martes, 1 de junio de 2010

Ficción-realidad: urbanismo en Ixtapaluca, México



http://homepage.mac.com/helipilot/PhotoAlbum20.html

En este vínculo se pueden ver numerosas fotografías tomadas desde el aire en México. Más allá de la belleza de alguna de las fotografías, destaca la planificación urbanística de ciudades como Itxapaluca o Nezahualcoyotl. Calles kilométricas que se cruzan en perpendiculares perfectas dibujan cuadrículas infinitas. La utopía del urbanismo, de la ciudad ideal, se ve reflejada en las ciudades que nacen de la nada como por ejemplo New Songdo City, en Corea del sur (ver http://www.songdo.com/Default.aspx). Otro ejemplo, en medio del desierto de Abu Dhabi, es el de Masdar, una ciudad de 50 mil personas que funcionará con energía solar, un sistema de transporte magnético y desalinización de agua. Frente al inevitable cambio climático y a una demanda energética ya imposible de satisfacer, la ciudad Masdar, ideada por el estudio de arquitectura del británico Norman Foster, presenta el prototipo viable de una ciudad del futuro.

Las fotografías tomadas desde el aire, en México, no reflejan las cualidades que presentarán las ciudades del futuro. Pese a jugar a ser Dioses, las nuevas ciudades que nacen en el Medio Oriente o Asia son ciudades verdes, pensadas para impactar lo menos posible en el medioambiente. Son ciudades "numéricas" en las que todo está controlado por la tecnología, a través de sensores, RFID, cámaras en todas las esquinas, entre otras herramientas de control y orden.

El gran pensador sobre la ciudad del futuro ha sido el cine, y particularmente, la ciencia ficción. Desde Metrópolis, hasta Yo, robot, pasando por Regreso al Futuro, Gattaca, Blade Runner, Minority Report, Demolition Man, o incluso Un Mundo Feliz y 1984, basadas en las novelas de Huxley y Orwell, la ciencia ficción ha tratado de revelar las inquietudes por la vida urbana que nos depara el futuro. Las fotografías de Ixtapaluca muestran vecindarios idénticos, con pequeños jardines al estilo teleseries como The Simpsons. Es difícil encontrar el particularismo que nos humaniza en semejante robotización arquitectónica de la vida privada. Ixtapaluca no contempla el espíritu de comunidad o de barrios, característicos de la urbe europea. Todo ser humano busca ser igual al vecino, pero también diferente, único.

Espero que con el paso del tiempo, este centenar de viviendas idénticas logren encontrar su esencia en el hecho a medida y la personalización, no dejándose perder en la marginalización y pauperización que surge en las comunidades que no se han creado desde dentro. ¿Una ciudad de estas características será más fácil de gestionar, controlar y manipular, pero no satisface la realización de sus habitantes?