jueves, 11 de noviembre de 2010
¿Cuánto peso? Vacío Kg y vagando en la virtuarrealidad
Leyendo la contraportada de La Vanguardia en la que se entrevista a R.Croes, jefe analista de búsquedas de la agencia MEC, recuerdo el momento en que descubrí Second Life, hará unos 4 años.
Croes habla de Google, de Facebook, Youtube y de las millones de visitas y millones de horas invertidas por los usuarios en redes sociales.
Internet ha abaratado el conocimiento, lo ha democratizado, permitiendo el debate global. Más allá del movimiento globalizador, y la contracorriente "local" que ha pasado a denominarse "glocal", me he preguntado que peso en el mundo real? Es decir, una pregunta microlocal. Second Life fue un aviso de lo que podía llegar a ser Internet, un segundo mundo, una segunda vida. Una vida en la que poder ser guapo, bailar bien, conocer a chicas y llevárselas a la cama, comprar terrenos, montar una empresa o incluso, ir de compras. Second Life, al igual que SIMS, pero con un ser humano detrás de cada avatar, permite la doble vida, triple vida, o cuantas más se desee.
Pasamos horas delante del ordenador. Pienso en un futuro en el que algunas comunidades decidirán abandonar las más avanzadas tecnologías para volver a los orígenes de la comunicación social. Una comunidad walden, sin ordenadores. Una utopía más. A quién le gustaría cuidar al hijo de su vecino? A nadie. Así que me he estirado en la cama y me he puesto a pensar.
Al despertar, me siento ligero, con la cabeza algo hueca de tanto soñar. Qué peso en este mundo? Unos simples Kg? Será el peso del casco y del bañador, porqué no debo pesar nada. Llevo tres camisetas porque al salir a la calle, puedo elegir la que mejor se adecua al entorno. Son tres colores vivos, sin ninguna abstracción, bien definidos. Son máscaras, son camisetas que no dan lugar a dobles interpretaciones. Nada sospechará de un comportamiento dudoso. mi peso será firme. El color lo llena todo y ampara de las inseguridad internas. El casco es de protección, no vaya a decir o hacer algo que rompa la normalidad en esta sociedad somatizada por lo regular. Ni Gran Hermano, ni Alphas y Betas, no hace falta, nos hemos organizado para vivir en el vacío, llenando de materia muerta todo lo que nos rodea y nos maquilla. Suerte de Internet para muchos, que sienten que tienen una alternativa y se se ven capaces de todo.
Eso si, Internet es una forma de socialización que ha multiplicado la capacidad para contactar con iguales. La red es un gran micrófono. Pero como todo micrófono, se utiliza en estadios, en entornos macro. Qué pasa a pequeña escala? Dónde están los que nos querrán aunque no tengamos trabajo, no tengamos dinero, no tengamos una buena musculatura, una sonrisa perfecta....? Es capaz el mundo virtual de comunicar con el mundo real? Siempre habrán los que digan que se conocieron en una red social, y después se vieron en la realidad y se casaron.
Porqué no salimos todos un rato a tomar el aire, vivir el viento, la mar, o el simple faro rojo y verde del semáforo? No es suficiente ahorrar todo el año para viajar al otro lado del mundo para traer una foto para enseñar. Salgan fuera! Somos muy valientes, nos escondemos detrás de periódicos, pantallas de ordenador, móviles, cigarros, porros, alcohol y más "drogadicciones". Q
Quizás soy el más drogadicto de todos, me he quedado dormido y sólo siento dolor de cabeza y los ojos hinchados. Aún suerte que tengo mis divertidas máscaras para contentar al patio.
Espero que el viento no se me lleve y me condene a flotar en el mundo virtual.
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