viernes, 22 de octubre de 2010
Repensar la vejez
No hay tiempo que perder, semáforos, tráfico, peatones al ritmo de iPod, cuellos blancos y azules con el móvil a todo ritmo, bocinas, motos circulando como moscas, ...la ciudad vive a toda velocidad. El tiempo es oro, y quizás lo más importante, como dice Gordon Gekko, interpretado por M.Douglas, en Wall Street II.
No es nuevo, no es tendencia, pero quería comentar un tema real que parece tabú. Al llegar a la farmacia, pensaba subirme el casco en la cabeza (normalmente circulo en motocicleta por la ciudad), evitando sacármelo completamente y perder en consecuencia unos segundos (algunas personas no se lo quitan y hablan con el casco integral. Es fácil ver este comportamiento en gasolineras, dónde los motoristas hacen cola para pagar con el casco puesto), para pedir unos complementos vitamínicos que utilizo como alternativa al zumo de naranja. Es una alternativa porque me ahorro el tiempo de exprimir naranjas cada mañana.
Volviendo a la farmacia...Me doy cuenta que he perdido el control del tiempo, tan valioso y caro, debido al "tipo de cliente" que estaba esperando que la dependienta gestionara todo su pedido en medicinas.Delante mío habían dos mujeres, una de ellas de muy avanzada edad que, sentada en una silla de ruedas, deliraba, gemía de dolor y parecía intentar descifrar las palabras de un póster publicitario. A su lado, y cogiéndole fuertemente la mano, una asistente de origen hispano, quien controlaba que el pedido era el correcto. No exagero si afirmo que la compra de medicamentos, subvencionada por la seguridad social, superaba las 15 cajas.
¿Cuántas pastillas se tomaba esa pobre mujer? ¿Los últimos días del ser humano han de ser así? Da que pensar el que los "afortunados" de los barrios bienestantes de la ciudad puedan pagarse una "chica" para cuidar, lavar, cocinar y ser su "amigo". ¿Quién tiene la culpa que la generación más anciana se vea abandonada a una vida dependiente de las pastillas y en compañía de una completa extraña que será su mejor amiga? ¿Qué nos asusta de la vejez? ¿Arrugas, degeneración física y mental, incomprensión...?
Tenemos miedo de la vejez, nos asusta vernos reflejados en las caras de muchos ancianos. El tiempo es valioso, y la celebración de nuestro aniversario es una pesadilla anual que nos resta un año de vida y nos acerca a ese estado horroroso de ser feo, gordo, flojo, calvo, con el cabello gris, sin memoria, etc. Y lo peor de todo es el miedo a quedarnos solos, abandonados, sin amigos y familia. Las nuevas tecnologías aportan herramientas de control y seguridad más complejos y eficientes para supervisar a los más mayores. Móviles con apenas 3 botones, relojes con localizador GPS para rastrear sus recorridos, carritos eléctricos para facilitarles la movilidad, chips para no desparejar los calcetines en las residencias, entre otras innovaciones ayudan a mejorar las condiciones de vida del anciano. Pero no debemos olvidar que lo que realmente mejora la autoestima y la felicidad es sentirse acompañado, más que sentirse un ser controlado. Los abuelos no han de sentir que son una carga para sus hijos o nietos, y hay mucho camino por explorar de cara a mejorar ese sentimiento de "pariah" generacional.
Sean causas o efectos, el miedo al silencio, reflejado en nuestra sociedad, crea una estado general de ansiedad y tensión en el que es difícil valorar lo esencial. Se ha de repensar la vejez desde la infancia, desde la educación de los más pequeños. Parece que vivamos en una sociedad en lo que lo nuevo sea lo bueno, y no nos damos cuenta que es efímero, mientras el recuerdo de la amistad y la familia nos acompañará el resto de nuestros días. Se ha de repensar la vejez para dar seguridad a las generaciones más jóvenes. Se ha de revalorizar el papel del abuelo y abuela, y quizás no sean necesarias tantas pastillas, si no más compañía y cariño, que son el estímulo de la vida. De forma urgente, se ha de repensar la vejez, se ha de repensar el valor del tiempo. Todos ganaremos.
Me gustaría acabar con una frase de L.Wittgenstein que ya mencioné en una ocasión:
“The aspects of things that are most important for us are hidden because of their simplicity and familiarity”
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carai nen! és el 1r article teu que llegeixo i no està gens malament... ànims i segueix publicant :)
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